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SKIN MONTEVIDEO

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SKIN MONTEVIDEO

SKIN Montevideo contó con el apoyo de la Red Sudamericana de Danza, el Programa A Escena! y la Secretaría de Cultura. Fue realizado en la Universidad de Arquitectura Montevideo Uruguay el 16.03.08.

Tools Ws tuvo lugar durante 5 días (15h). Compartimos el espacio con una audiencia de 300 personas. Los 37 artistas que se unieron al proyecto prevenían de Uruguay, Chile, Argentina y España.

Concepto y realización
Eckhard Müller + Daniela Schwartz

Bailariness
Catalina Artecona, Catalina Chouhy, Claudia Pisani, Cristina Ribas, Florencia Lucas, Hugo Angelelli, Jorge Vidal, Juan Manuel Noblia, Leticia Falkin, Lucía Naser, Macarena González, Mariana Casares, Mariana Marchesano, Mónica Secco, Monika Gallardo, Natalia Burgueño, Nicolás Cottet, Ruth Ferrari, Sebastián García, Sofía Lans, Sonia Winkler, Tamara Chiz,Tamara Gómez, Valentina Kaplan, Vera Garat, Verónica Lena Ávila, Daniela Schwartz y Eckhard Müller.

Músico
César Martínez

Video
Facundo Florit, Paula Zacharías, Federico Massarino

Tools Workshop I by Paula Zacarias

SKIN Performance III by Paula Zacarias

Testimonios de los artistas

«Skin
Lo que cubre
Este órgano me define
Mi aduana y oficina de migración e inmigración
Membrana contenedora del ser in-cardinado que soy

El lugar más próximo a experimentar el flujo, el
exterior, la experiencia del afuera, del otro.

Sábado
Uruguay
Un mar de caras e inmensa marea de disponibilidad

¿Se llamara piel, porque propone que en algún momento
experienciemos ser uno, y entonces en ese momento somos
piel?

mmmm… también me gusta pensar que es por la idea de
frontera.
Frontera entre la locura de mis pulsaciones
inconscientes y el estar presente y atento en el lugar
de la acción improvisadora y performática…
yo debía ser mi piel, la piel del ir y venir de las ideas,
aduana de las decisiones… y claro, ser piel con el
resto de mis compañeros,y membrana para la gran oleada
de ideas… piel con todos aquellos que habitaron esos 60 minutos de piel.

Organismo vivenciamos
pensaciones sensamientos
flujo y caos construimos
y de alguna manera… nos tatuamos.

Un trabajo fértil en experiencias interpretativas
desafió de soltar lo conocido y estar dispuesto a lo espontáneo
quizás solo nos miremos un largo rato
estando quieto voy bailando
y fuimos uno.»

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«Skin Se va metiendo desde la piel hasta los órganos
Ahora es parte de mi vista, de mi olfato, de mis sueños, de mis pensamientos.
Escarvando agujeros luminosos y oscuros..Y entre ellos el espacio, y los espesores de su silencio.
Qué contrastes se abrieron entre el no saber y el devenir. El tiempo permitió ventilar los egos y sus potenciales creativos se fundieron al presente.
Llevar el impulso lúdico a un lugar conjunto, una formula deliciosa, infalible.
La posibilidad de actuar como un organismo vivo, de adentro hacia afuera.
La atención fue un desafío tanto para las cámaras, los músicos y todos nuestros cuerpos. Aquellos que compusieron la quietud y el movimiento.
Pero la forma en que la claridad se fue asentando tuvo sus efectos en el trabajo final. No hubo dudas de que las palabras fluyeron como extensiones del todo el resto.

Se abrió el prisma de posibilidades. Y con él la capacidad de elegir donde queremos estar, como queremos ver. Qué queremos ser y hacer con lo que observamos y como podemos abandonar también aquello a lo que aspiramos.

El trabajo con la cámara fue un difícil lugar de acción-elección . Quizás por potenciar tan fuertemente el adentro y el afuera. Pero esta fue un espejo, un crudo y generoso espejo que mostró lo que tuvo enfrente y desplegó sus ventanas en varias direcciones, en sus distintas pieles.
El simple acto de estar y brindarse al momento se fue digiriendo y ejerciendo.

Y ocupando asi, cada quien su rol, devino la potencial capacidad de abrazar con las manos el universo. Maravillosa facultad que tenemos los humanos de dirigir tantos particularidades en función de un objetivo común. La unidad.

Vagué desde el rechazo a la aceptación
Flui de lo pequeño a lo grande.
Transité de la duda al goce y el enamoramiento

Ahora, después de unos dias, decanto y visualizo tranquila el material, el que se vé y el que quedó adentro. Y entonces disfruto enormemente lo que fue, de lo que es y de lo que vendrá!
Por todos aquellos momentos de auténtica escucha, acción y creación. Gracias por siempre.»

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» Encontrar palabras es tan simple como la complejidad que me provoca buscarlas.
En parte no quiero encontrarlas pero por otro lado me surgen muchas.
Creo que la experiencia más allá del resultado “final” fue esa semilla. Que germinará de aquí en más.
Las palabras de Dani siguen sugiriendo esa paz que promueve. Siguen conmoviendo el sentir de ese presente que fue y sigue siendo.
Pasado tres días sigo sintiendo cosas, sensaciones, roces, voces, respiraciones, silencios. Vienen a mi mente, constantemente imágenes de ese lugar. De la cara de cada uno de ustedes, de la voz suave de cada uno.
Todavía escucho como no escuchaba a quien hablaba bajito. Todavía veo a los que llegaban tarde sin llegar tarde.
Todavía vivo en ese mundillo hecho de pasto, árboles, cielo, agua, cemento y vida.
Al comienzo, mi intriga que superaba mi ansiedad, dejó lugar a la entrega y el fluir de esos momentos.
Desde mi lugar, pude conocer el secreto del movimiento, la quietud, el silencio y la música.
Pude conocer un poco más a mi propia especie. Todos seres hechos de la misma energía, todos vibrando en la misma frecuencia.
Repetirlo sería innecesario. Generar más casi una necesidad.
Sensaciones todas. Sentimientos mutuos. Expresiones sinceras.
Sentí respeto, libertad, orgullo, sentí amor, felicidad y tristeza por el tiempo que pueda pasar hasta reencontrarlos.
Siento la necesidad de abrazarlos. Desde el ahora mismo.
Gracias.. palabra que a veces queda tan perdida en su esencia. Gracias… sentimiento que transforma las ganas de decir en una palabra, una intención.»

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«SKIN me ha propuesto un espacio, un tiempo, un procedimiento, una intención, tiene algo que lo induce a “ser” y a “existir”, para mí, fue y sigue siendo una pregunta. Tuve una confianza serena de que juntos construiríamos “algo”, por momentos olvidaba indagar sobre qué era ese algo, en otros me preguntaba: ¿por qué se hace este proyecto? y ¿para quién?

Antes que la experiencia del sábado me lo respondiera, no dejé de hacerme preguntas, quería escarbar más hondo, ir más allá de las sensaciones de un cuerpo alter ego, intentaba encontrar mi propia respuesta y con ella la motivación de mi “hacer y ser” para luego “encontrarme” con los demás y habitar juntos este pequeño reino, el patio de la Facultad de Arquitectura. Hubo momentos en que plegándome sobre mi misma sentí que podía seguir mi gusto, mis caprichos, mis deseos sin preocuparme por lo demás, pero apenas era consciente de eso y me sobrevenía un sentimiento confuso que me paralizaba. Me preguntaba se podría hacerlo o no? Al rato sentía un impulso inexplicable, un mandato que me hacia volver una y otra vez a las consignas y a conectarme nuevamente con el todo y entonces seguía preguntándome ¿pero cómo es que puedo elegir?

Alguien nombró la palabra “organismo”, una luz, una señal en qué reflexionar siguiendo las palabras de Bergson. Bajo su mirada pude entender algo esencial acerca de este sentimiento confuso a que me referí antes, él, comparando la “sociedad” a un “organismo” habla de una fuerza antagónica propia de todo “organismo vivo”, la de seguir o imitar un orden natural, una disciplina por la cuál sus células en dependencia recíproca se mantengan unidas e integradas haciendo posible la vida y permitiéndolo existir, ser y evolucionar.

Nosotros estábamos allí, conformábamos una pequeña sociedad, unidos por una sutil y delicada disciplina del hacer, teníamos al menos un objetivo en común, el skin, y nuestras “hojas” comenzaban a entrecruzarse conteniéndonos mutuamente. Solidarios y abiertos a la propuesta, nos dejamos arrastrar por la corriente “skiniana”, nos fueron dadas herramientas y estábamos unidos bajo el agua, y cada flor pudo ser visible en la superficie. Yo estaba allí, confiando, aceptando y entregándome, sintiéndome privilegiada y también gratificada. Guardé en secreto la sensación de estar conspirando, me sentí partícipe de una divertida aventura en la cuál quizás me perdería, pero, absolutamente iría adonde fuere que me llevara la corriente confluyendo con todo y todos.

Todos pertenecimos a este “pequeño reino-organismo” y también a nosotros mismos. Pudimos elegir bucear en nuestra vida interior profundamente o expresarnos por la superficie de nosotros mismos y en solución con los demás para crear, re-inventar, imitar, invitar, provocar, indagar, hablar, sentir, callar, reír… pudimos comunicarnos entre nosotros y con las nuevas células-público que estuvieron presente durante el proceso y el sábado. Ellos respondieron muchas preguntas. Pudimos transformar nuestra cotidianeidad y la de algunas personas, pudimos transformar la materia demandante de esta sociedad-organismo en poesía, abrir puertas … pudimos?»

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Testimonios del público

«Mi madre siempre me lleva a muchas Performances, pero esta es la primera vez que realmente he podido disfrutarla». un niño de 8 años.
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